La conexión entre lo que comemos y cómo nos sentimos es profunda. Una alimentación adecuada no solo beneficia nuestro cuerpo, sino también nuestra salud mental.
La nutrición adecuada desempeña un papel clave en la salud mental. La evidencia emergente sugiere que una dieta pobre puede aumentar el riesgo de trastornos como la depresión y la ansiedad.
— Harvard T.H. Chan School of Public Health
Nutrientes que favorecen la salud mental
Ácidos grasos omega-3: Presentes en pescados grasos, nueces y semillas, contribuyen al funcionamiento cerebral y pueden reducir síntomas de depresión.
Vitaminas del grupo B: Encontradas en cereales integrales, legumbres y verduras de hoja verde, son esenciales para la producción de neurotransmisores.
Triptofano: Aminoácido presente en alimentos como el pavo, plátanos y productos lácteos, precursor de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
Hábitos alimentarios que apoyan el bienestar emocional
Evita el consumo excesivo de azúcares y cafeína: Pueden causar fluctuaciones en los niveles de energía y estado de ánimo.
Establece horarios regulares de comida: Mantener una rutina ayuda a estabilizar el metabolismo y el estado emocional.
Practica la alimentación consciente: Presta atención a las señales de hambre y saciedad, y evita comer por emociones.


Un estudio publicado en el British Journal of Psychiatry encontró que las personas que consumían una dieta rica en alimentos integrales tenían un 35% menos de probabilidades de desarrollar depresión que aquellas que seguían una dieta rica en alimentos procesados.
Integrar estos hábitos en tu vida diaria puede marcar una diferencia significativa en tu bienestar general. Si sientes que necesitas apoyo adicional, no dudes en buscar la ayuda de un profesional en nutrición y salud mental.